De la misma manera que son los padres de la patria, los congresistas están llamados a ser un contrapeso al poder ejecutivo, a su vez, legislar acorde a los principios del pueblo que los eligió, sin embargo, en Colombia, la mayoría de congresistas afines al Ejecutivo son la prolongación de este poder a las entrañas del congreso, de hecho, las bancadas se unen para aprobar todo cuanto este les exige, incluso, se oponen a proyectos de la llamada oposición, al hacerlo, van en contra vía a la democracia.
Algunos podrían argumentar que esto se debe al dinamismo del congreso, pero me pregunto, si el poder del Legislativo solo se activa cuando en él hay mayoría opositora, y solo así se activan los controles políticos que necesita una verdadera democracia.En medio de la incertidumbre se observa que no surgen los verdaderos pesos y contrapesos que formuló la Constitución política de los colombianos, de ahí que no podríamos ni siquiera imaginarnos o permitir la mayoría del Presidente -del poder ejecutivo- en nuestras altas Cortes, ese exabrupto es el más grande desbarajuste a nuestra Constitución, que fuera de estar excelentemente remendada por este gobierno, ajustando todo al acuerdo de la Habana, acaba de tener la más extensa reforma con relación a la justicia, reformas que no han podido empezar a aplicarse debido a una serie de demandas que ha tenido el nuevo sistema de gerencia de esta.
Debido a estas mayorías que ha logrado el presidente de la República en las altas cortes hoy se dice en Colombia por medio de los grandes medios de comunicación afines al gobierno, de la inminente salida del Procurador General debido a problemas relacionados con su reelección, pero los colombianos sabemos que se debe a su permanente oposición a los acuerdos alcanzados en la Habana. Está tan fija su salida que ya los señores del partido conservador están reclamando que su remplazo salga del partido.
Al hacerlo el Ejecutivo, al empujar la salida del Procurador General porque es una piedra en el zapato y no pronunciarse a la corrupción descarada y frentera de la Fiscaliza General de la Nación es muestra de que todo anda al revés, que no es para mejorar, es para favorecer el proceso de Cuba.
A medida que avanza el proceso de paz, por alguna razón, se percibe mejor en el exterior todo lo relacionado con él, ante esta circunstancia, los grandes líderes mundiales se pronuncian con favorabilidad al posible acuerdo, por ejemplo, el Santo papa Francisco nos envía un mensaje diciéndonos que si firmamos la paz viene a Colombia el año entrante, condiciona el papa su venida. Lo importante sería venir porque lo desea, además porque el pueblo colombiano es mayoría católica, porque nos quiere y extraña como hijos de Dios o porque tenemos muchos problemas como la muerte de nuestros niños por física hambre en la Guajira y el Chocó, pero que no nos ponga esa condición. Por el contrario, Supongamos que no se logre esa bendita firma en Cuba: ¿Entonces, No viene?
Obviamente el Santo padre puede exigir sus condiciones para su venida a la tierra de Colon, pero no de ese tipo, no podemos pretender olvidar que también es jefe de Estado y estaría interviniendo en los asuntos de otro, además, se olvida que falta votar la refrendación y su condicionamiento es directo a un pueblo inminentemente católico. Debería venir sin condiciones, conocer de primera mano el problema de los niños que se mueren de hambre en la Guajira por la corrupción de sus mayores.
Especialmente inquietante es que debido a la mayoría que tiene el poder Ejecutivo en el Congreso de Colombia, se busca blindar y proteger el proceso de Cuba, puesto de otra manera, cuanta exigencia hace las farc se tramita favorablemente, pero no podemos olvidar que los grandes problemas que tiene el país es por la corrupción y la desigualdad, si vamos a salir adelante es declarando la guerra a estas. La más alta desigualdad en Colombia está en sus costas y la caribe es artífice en la elección del presidente, el Doctor Santos no es la excepción, de igual forma, hay que cerrar la brecha entre los pobres y los ricos políticos corruptos haciendo leyes para los más necesitados. Dicho todo esto, sin embargo, se debió empezar con un gran acuerdo de paz, primero con los corruptos y luego con la guerrilla. Este es un asunto que por cierto recuerda que toda la culpa de los males de Colombia no se la podemos atribuir a las Farc como lo quiere hacer saber el gobierno, entonces, uno de los grandes desafíos de este gobierno y los que vienen, va a ser que después de la firma, la paz no llegue, que siga campante la corrupción y la desigualdad, así mismo, el pueblo colombiano empiece a exigir verdaderas reformas; porque incorporar a las farc a la vida civil, permitirlos en el congreso para que todo siga igual, puede ser contraproducente.
Ahora bien, podemos señalar que como lo hicimos al revés hay que aprovechar la firma de los acuerdos de Cuba, convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para hacer las reformas que terminen de una vez por todas con la corrupción, endurecer las penas a estos, aplicarles todo el peso de la ley para que el castigo no sea solo destituirlos y que se vayan a disfrutar su botín.
Lo evidente es que fuera de la corrupción, la Farc y la desigualdad, otro de los grandes males que tiene el país se debe a la reelección de los congresistas y como ellos no legislan contra ellos mismos, entonces con la Asamblea Nacional Constituyente corregimos este mal que nos carcome, por supuesto terminamos de una vez por todas con los clanes políticos y con las maquinarias que no nos dejan elegir al mejor, nos imponen políticos corruptos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario