martes, 29 de septiembre de 2020

Vientos que vienen del nordeste

Un lugar obligado a visitar cuando se viene a La Guajira es el Cabo de la Vela. Son exóticas playas paradisíacas, deliciosa comida, compartir con amables nativos y si se cuenta con suerte se podrán ver los famosos flamencos rosados. 

La caravana de vehículos luego de Uribia sigue en línea recta hasta muy cerca de puerto Bolívar para hacer un giro hacia la izquierda abandonando la vía principal encontrándose con quince inmensas torres que no cesaban de mover sus grandes aspas. Sé que los lectores de Don Miguel de Cervantes se les venía a la memoria las batallas de don Quijote con los gigantes enemigos imaginarios. 

Todo esto porque en 2002, Empresas Publicas de Medellín innovó además de producir y comercializar energía convencional apostándole a energía limpia cómo la llaman los especialistas: eólica. De hecho, el proyecto está ubicado en las localidades del Cabo de la Vela y Puerto Bolívar, en el departamento de La Guajira: parque Jepírachi. 
Fue terminado en 2003 y en abril de 2004 entró en operación con la connotación de ser el primer parque para la generación de energía eólica construido en Colombia. Según EPM, hubo inversión de 27,8 millones de dólares, está conformado por 15 aerogeneradores, con una capacidad de 1.300 kilovatios cada uno, para una capacidad instalada total de 19,5 megavatios, energía suficiente para cerca de 25.000 hogares por año. El ingeniero Luis Fernando Múnera, jubilado de EPM, ingeniero civil, columnista y profesor universitario, afirmó al Diario el Colombiano que “Cuando se construyó, a principios de la década del 2000, mostró caminos que no habían sido explorados en Colombia. Este proyecto tuvo una connotación adicional compleja muy positiva, pues se desarrolló en territorio de los resguardos indígenas de La Guajira, lo cual implicó un estudio ambiental tanto social como físico y biótico para respetar la cultura y tradiciones de ese pueblo. 

El resultado final fue también favorable porque la obra tuvo aceptación por parte de esa comunidad y le generó a esta grandes beneficios en infraestructura, en particular escuelas, centros de salud, agua potable y vías de comunicación”. 
Hoy, aunque el mundo le apuesta a energías limpias y a pesar que en Colombia el Gobierno promueve fuentes no convencionales para generar energía, nos encontramos conque el parque Jepírachi no cumple normas técnicas. El problema surge debido a que “el no cumplimiento de la norma técnica expedida con la Resolución 060 de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) del 20 de junio de 2019, determina que se debe retirar el parque eólico Jepírachi del Sistema Interconectado Nacional (SIN) y realizar el respectivo desmantelamiento”. 
La norma ordena que las centrales eólicas y solares fotovoltaicas que inyecten energía al Sistema Interconectado Nacional deben cumplir nuevos requisitos, modernizarse y garantizar la estabilidad de la red eléctrica. 
Mientras tanto, el parque Jepírachi, que en lengua wayúu significa “vientos que vienen del nordeste”, ha sido un referente de la innovación y el emprendimiento de EPM en la búsqueda de opciones no convencionales en nuestro medio, para generar energía limpia y darle una mano al medio ambiente y al planeta. 

Luis Gilberto Murillo, exministro de Medio Ambiente afirmó a Diario del Norte que “La Guajira deberá moverse del sector minero hacia la generación de energías renovables, ya que tiene el potencial para generar toda la energía y demanda de Colombia”. En síntesis, se debería volver a encender los motores de parque pues considero que ese es el camino de una verdadera alianza y amistad con nuestro planeta.

Para concluir, aunque el Grupo EPM está preparando el eventual desmantelamiento del parque, sería mejor invertir para modernizar la planta y seguir generando energía limpia y amigable con el planeta. Y, que toda su inversión y modernización no sea sólo para el proyecto hidroeléctrico Ituango. 

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