Duro mensaje

Nunca antes unas elecciones en los Estados Unidos nos causó tanto interés, fue tanto que las tomamos como propias. Así mismo, por las posiciones y frases del presidente electo en contra de los latinos y mujeres la mayoría de colombianos queríamos que ganara la candidata. Además porque sería un precedente que después de un presidente negro llegara una mujer a la presidencia del país más poderoso del mundo. Entiendo poco de su contienda electoral pero si pudiera votar, lo hubiera hecho por la mujer. Con la victoria de Trump, ¿que mensaje nos envían nuestros hermanos del Norte? ¿No nos quieren? Anoche la realidad nos aterrizó. Ahora lo que se estuvo diciendo y debatiendo de que significaría un triunfo como candidato presidencial de Donald Trump, es real. Pero pasó allá algo muy parecido a lo que sucede acá con las encuestas: Ninguna durante la contienda dio como ganador al hoy electo presidente. Ante esta perspectiva, los que llevan años haciendo grandes encuestas, deben saber que su labor en vez de informar está es distorsionando la realidad. Oportunidad de referíamos a que no crea tanta expectativa que cada que hay elecciones en Colombia siempre hay un gran perdedor: La participación ciudadana. A su vez hemos tenido abstención entre el 50 y 60%, más de 16 millones de colombianos no salen a las urnas, no alcanzamos a entender lo que está en juego, no percibimos que se trata de ir moldeando el futuro de nuestros hijos. Después de todo, esta apatía luego brota como control político cuando el presidente de los colombianos por mucho esmero en su gestión solo alcance 16% de aceptación. Puesto de otro modo, los que no votan permiten que se elija el menos apto. No obstante, luego salen a desaprobar la gestión presidencial. Lo mismo sucede con lo que pasa en el país vecino: Venezuela. En los últimos años nuestros hermanos tienen problemas de toda índole, tanto políticos, de derechos humanos y de falta de comida. De hecho, están aguantando física hambre, incluso, ya escasean los medicamentos, sin embargo, estas circunstancias no crea tanta expectativa entre los colombianos. Caso contrario, nos crea mucho interés todo lo que pasa en Estados Unidos y no sólo con lo relacionado con las elecciones presidenciales. Los grandes medios de comunicación en Colombia nos las hacen vivir como propias, al fin de cuentas, los estadounidenses desde siempre los hemos percibido como los hermanos mayores, esos que cuando falta el padre en la casa toman el mando y las riendas. Así mismo, ese país es el sueño de muchos colombianos, lo ven como el gran sueño americano. Por otro lado, es cierto que nos preocupa lo que nos han querido decir cuando un candidato con posiciones anti latinas, con ideas de construir muros para separarlos de un país vecino, posiciones en contra de la mujer, los negros, los Inmigrantes gane la presidencia. Que este sea el mensaje de miles de norteamericanos, -que lo sienten- porque haber ganado Trump significa que el pueblo al menos así lo piensa. Que para nuestros hermanos del norte somos un estorbo. Eso sentimos muchos colombianos. sabemos que el presidente electo de los Estados Unidos va a tomar decisiones de fondo que van a repercutir en Colombia, por eso preferiríamos que sean basadas en valores, con principios de hermandad y el respeto por los latinos, las mujeres, los negros y los inmigrantes y en especial sus hermanos menores: los colombianos. Envían los norteamericanos un mensaje a todo el planeta como que a los Estadounidenses los representan posiciones de personajes como Donald Trump, piensan con él. Ese es al menos lo que yo entiendo. pueda ser que lo gritó y predicó el electo presidente como lo del muro o expulsar latinos a diestra y siniestra no se haga realidad. Para concluir, decisiones que se tomen allá repercuten directamente acá y que este pudo ser todo el despliegue e interés de los grandes medios de comunicación en Colombia. Lo cierto es que vivimos acá con nuestros hermanos del norte como en familia con la diferencia que toman decisiones de fondo, opinan, toman partido y hasta nos corrigen en nuestras decisiones. Al fin y al cabo ni visa les pedimos, entran como perro por su casa.