martes, 15 de noviembre de 2016

Para otra parte

Les incomoda demasiado a los habitantes de la Costa Caribe que se piense en llevarse la Selección Colombiana de fútbol para otra parte. Pero no están haciendo el esfuerzo necesario para que se quede. Lo que si es cierto es que el bloque de la dirigencia deportiva del interior del país la quieren, no sólo por lo que económicamente representa. Sino que tienen excelentes escenarios deportivos. Los cachacos no podrán ser tan alegres como los costeños pero la quieren igual. A esto se suma que hasta en los deportistas integrantes y el técnico se han pronunciado en contra del gramado del estadio Metropolitano. A raíz que cuando la casa no ha sido barranquilla escasamente hemos clasificado al mundial les da una fuerte posibilidad de seguir siendo los anfitriones. Así mismo, a pesar que muchos colombianos que vamos a verla jugar al Roberto Melendez sabemos que la dirigencia del departamento del Atlántico no hace el esfuerzo óptimo que merece ser el anfitrión permanente. Por el precio de $8.000 por un vaso de gaseosa 10 onzas, así mismo, vendan cerveza dentro del estadio, la no adecuación de lugares para venta de comidas, el desaseo de los baños, la boletería en manos de revendedores y no terminación de los alrededores del estadio que no cuenta con zona de parqueo pero si malos olores, me surgen varias preguntas: ¿es anfitrión Barranquilla por la alta temperatura de la ciudad? Lo es ¿por la alegría de sus habitantes? Y entonces me surge: ¿porque es Barranquilla la casa de la selección? Porque si traemos otras selecciones para que los azote el calor parece que está haciendo efecto inverso. Lo que sucedió de quitarle la energía al camerino de los chilenos en el entre tiempo para que el calor los mermara no es ético, además es una gestión antideportiva que no creo que necesitemos de ella. En otros países se rota la Selección por varias ciudades para que los habitantes tengan la oportunidad de disfrutarla. Entonces, esta opción no es tan descabellada. El costeño como tal es excelente anfitrión, seguir en la Costa solo depende de voluntad política. Entonces que los políticos se comporten a la altura.

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