jueves, 6 de octubre de 2016

Nada que llega la paz estable y duradera

Hasta hace poco y durante mucho tiempo los grandes medios de comunicación escritos de Colombia publican sobre el posconflicto. Del mismo modo lo ventilaban, imaginaban y hasta nos vendieron la idea que ya estaba todo consumado para lograr la paz estable y duradera. La paz en Colombia -me imaginaba- no es posible sin dialogar con el ELN y las Bacrim. Entonces me preguntaba ¿por qué escriben tanto sobre posconflicto? De igual forma ocurre que no perdieron oportunidad para escribir sobre los temas: Educación, pobreza, trabajo, turismo, aseguran que después del conflicto todas van a mejorar. Muchos de sus editoriales solo giraban alrededor del posconflicto. Además sofisticados debates sobre cómo sería Colombia luego de lograr la consecución de la paz estable y duradera. Pero lo que estaba en juego solo era la terminación del conflicto con la farc. La paz estable y duradera sólo llegará, primero cuando Farc, ELN y Bacrim estén desmovilizados. Segundo haya empleo, justicia, educación y tercero una verdadera presencia del Estado hasta en el último rincón de Colombia. En ese sentido, el Espectador, el Tiempo, el Heraldo, Revista Semana se desviaron muchas veces a suavizar situaciones y acciones de las farc con tal que no se fuera a terminar el proceso de Cuba al herir la susceptibilidad de los colombianos. Acorde con sus editoriales, en su momento alineado con el proceso perdieron objetividad. Muchas veces leyéndolos me dio la impresión que hacían de corresponsal del Gobierno. Ahora bien, hubo varios medios que se opusieron a alinearse y a publicar todo lo excelente y lo bonito que quedó el acuerdo: el diario El Colombiano de Medellín y el Noticiero RCN en Televisión. Este último es propiedad del Grupo económico del Doctor Ardila Lule. Siempre fue objetivo, real. Por esto se ganó poderosos enemigos en el gobierno central. Fueron amenazados con sacar de los colegios públicos las bebidas azucaradas que vende Postobón -empresa propiedad del mismo grupo- al tramitar una ley invocando la salud de los niños para que el consumo de estas fuera prohibido a nivel Nacional en colegios públicos y privados. Además con tramitar impuestos en la próxima reforma tributaria a todas estas bebidas. Se olvida el doctor Santos que esta empresa proporciona empleo a más de 13.000 personas entre directos e indirectos. Justamente, soy lector de estos grandes medios escritos, conozco muy bien sus lineamientos editoriales. Así, leí muchos artículos y a sus columnistas -muchos pro paz- dándole duro a la oposición, incluso suavizando muchas situaciones que lesionarían la continuidad del proceso. Por otro lado los colombianos sabemos del grado de consanguinidad del director de la revista Semana con el señor presidente de la república que pone en entredicho la trasparencia de este medio de comunicación que tiene cinco de los más grandes columnistas del país todos escribiendo lo maravilloso del proceso de Cuba y atacando sin misericordia a todo el que se oponga, en especial al doctor Uribe. A simple vista se avecinan cambios drásticos en los integrantes del gabinete presidencial y de sus demás colaboradores producto del resultado plebiscitario. A mi juicio debe la dirección general de cada medio de comunicación escrita entrar a revisar sus pociones y editoriales en favor del proceso de paz. Informar pero que los colombianos nos tomamos nuestras propias opiniones, de no ser así creo que la credibilidad se va a ver seriamente lesionada y perjudicada. Por otra parte, las empresas encuestadoras fueron un fiasco. Todas dieron siempre como ganador el SI. Tenían muy entusiasmado al señor Presidente de la Republica que si tomó decisiones basadas en ellas pudo verse reflejado en el resultado adverso. Por supuesto muchas de estas encuestas eran contratadas y pagadas por estos medios de comunicación que hoy no han salido a contarnos a los colombianos que pudo haber sucedido. Aunque parezca increíble, en muchas regiones y pueblos del país la gente del común les está cogiendo el tiro a los políticos corruptos, esta vez los votantes se comieron el sancocho brindado por ellos, recibieron el mercado pero fueron a votar por el NO. Yo en particular me siento muy orgulloso de mi país y de su Constitución. El señor Presidente Santos no estaba obligado a realizar el plebiscito sin embargo corrió el riesgo y como sabemos se presenta la actual situación política y jurídica de Colombia. Es bien conocido por todos que para lograr la paz de Colombia se torna indispensable que estemos unidos, de tal suerte que este proceso con la farc sea fruto de esa unión, entonces no sobra recordar que se hace necesario que delitos de lesa humanidad, violación sexual de las niñas y reclutamiento de niños y niñas no quede impune, -por muy importante que nos muestren los medios de comunicación este acuerdo- no sea delito indultable. Para concluir, mal o bien lo que acabó de ocurrir hace parte de la democracia. Colombia hoy no puede quedar dividida entre los del SI o los del NO. juntos debemos luchar por la consecución de la paz, incluidos los medios de comunicación escritos.

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