viernes, 27 de mayo de 2016

Los Muros: imaginarios, de concreto, fronteras, prejuicios: Los muros de la intolerancia


Siempre me ha dado curiosidad entender cual fue en motivo por el cual empezamos los seres humanos a construir muros entre nosotros.
Ante esta circunstancia, encuentro tres tipos de muros en el mundo. El primero, de concreto, construido ladrillo a ladrillo por la mano del ser humano. El segundo, muro imaginario. Y el tercero, lo construimos con los prejuicios entre nosotros mismos.
Ahora bien, por las diferencias entre los pueblos en el mundo empiezan a surgir los de concreto. Utilizados para separar a los que se consideraban civilizados de los que no lo eran. Los romanos comenzaron aportando los de este tipo, construyeron el de las murallas de Adriano, en Inglaterra, para protegerse de los invasores bárbaros. El muro de Berlín, que separaba al pueblo alemán, producto de la segunda guerra mundial cuando se reparten toda una nación como trofeo de guerra. Luego el muro entre los pueblos norteamericano y mexicano. Una frontera sangrienta con un pueblo con orden de disparar sobre otro si intentan cruzar. Y por último la gran muralla china que construyen los Chinos para aislar al pueblo Mongol que era invasor por su naturaleza guerrera.
Así las cosas, se podría decir que hoy los muros han evolucionado. Fuera de los de concreto, -las paredes hechas ladrillo a ladrillo- pasamos en esta época a los imaginarios: Nos inventamos las fronteras. Con ellas, la Visa  y el Pasaporte,  estos últimos requisitos indispensables para ingresar o salir de una nación amiga.
Por último, debemos tratar los muros que aún hoy construimos a través de los prejuicios.  Estos nos separan producto de la ligereza al juzgarnos los unos a los otros. Por educar a los hijos para que se sientan superiores a sus vecinos. Cuando alimentamos la idea de que somos superiores. O que las personas que no son de mi región, mi sector, mi país o porque somos de diferentes razas o creencias, somos diferentes. Este tipo de muro nos ha llevado a la más sangrienta guerra por creer que una raza era superior a otra nos desbocamos a la segunda guerra mundial.
En la actualidad, sin embargo, tenemos a Colombia y Venezuela, dos naciones hermanas, iguales, gemelas y siamesas, que lucharon juntas por su libertad,  por los derechos humanos de su habitantes, hijas del libertador Simón Bolívar, con el mismo idioma, costumbres y luchas, hoy estamos separados por un muro invisible, una frontera. Además que por orden de un gobernante estemos aislados y que el otro no haga lo suficiente por volvernos a unir como naciones hermanas, nos tienen hoy luchando incluso contra el otro muro, el de los prejuicios.
Los hermanos se disgustan, pelean, pero no por tanto tiempo. ¡¡Ya es hora!!
Por el contrario, se había dado un gran salto en la humanidad, ejemplo para todos con la eliminación de fronteras en Europa. Por supuesto,  el  surgimiento de la Unión Europea sería digno de imitar e implementar en todas las naciones del mundo. Si no fuera porque hoy le cierran la puerta a pueblos vecinos que huyendo de una guerra ajena traten de refugiarse en su territorio. El pueblo Sirio uno de los más afectados. ¿Que nos ganamos que los europeos nos den cátedra de Derechos Humanos si no los aplican?
Oportunidad de referimos a que hoy surge la posibilidad de que la nación más poderosa del mundo tenga un presidente que su primer acto de gobierno sería iniciar la construcción de un muro -de los de concreto- entre los pueblos Norte americano y Mexicano. Sólo falta que su pueblo decida elegirlo. Al hacerlo demuestra esta Nación que ya tiene la espinita del otro muro -el de la intolerancia-
Es fundamental empezar a entender que los seres humanos somos iguales. Pero para desarrollar la idea de la igualdad, debemos tener en cuenta que somos universales. Con este concepto claro empezamos a vislumbrar los Derechos Humanos. De hecho, por medio de ellos hemos podido frenar un poco las barbaries que han azotado a la humanidad o mitigar un poco la construcción de más  muros. En todo caso los Derechos humanos se tienen que convertir en la brújula, un derrotero para frenar la extinción del ser humano, además para que no nos sigamos matando en más guerras sin sentido. En efecto, así como el ser humano es universal, los derechos humanos también.
Para concluir, Muchas gracias a esas personas -Hombres, mujeres, niños y niñas- que día a día han hecho posible que los Derechos Humanos sean plasmados a la realidad del mundo. Muchas gracias por su excelente labor.
Depende desde donde observes, existen otros muros -muchos mas-  imaginarios, de concreto,  fronteras, prejuicios. Muros entre el hombre y la mujer. Entre ricos y pobres. Entre blancos y negros.
Todos estos muros son producto de la intolerancia.
Entonces: ¿Cual es tu muro?

Reza un proverbio hindú: existe una sola casta, La Humanidad

No hay comentarios:

Publicar un comentario