martes, 5 de abril de 2016

Radiografía Farc-Santos

No ha pasado mucho tiempo desde la última contienda electoral para elegir presidente de la República.
Sin embargo es necesario recordar que la primera vuelta la ganó la hoy oposición, el partido político del doctor Uribe: Centro Democrático. En cabeza del doctor Oscar Ivan Zuluaga dio un campanazo que el país o al menos la mitad ya no creía en las políticas del doctor Santos.
Y, aunque el porcentaje con que logró luego el doctor Santos la reelección (51%) fue producto de la más descarada y frentera mermelada que untada a las maquinarias de los congresistas logró la victoria con muy estrecho margen: 4%, especialmente inquietante era como sería gobernar a un país prácticamente divido por la mitad. Puesto de otro modo, el pueblo tenia en el fondo muchas diferencias en como quería lograr un mejor país, esto quiere decir que el señor presidente debía leer e interpretar este panorama, no lo hicieron, no fueron visionarios ni él ni su equipo de gobierno.
A su favor cuenta el señor presidente con la victoria, pero no puede olvidar que con estos márgenes tan estrechos prácticamente se gana pero no hay un mandato contundente y directo del pueblo, a su vez, debe gobernar también para ese que rechazó las ideas de su plan de gobierno.
Ante esta perspectiva, al lograr el señor presidente Santos asegurar su reelección, supuestamente gana la paz, pero lo ideal era lograr la gobernabilidad y reconciliación del país. No lo logró.
Es usual que el pueblo colombiano quiera terminar el conflicto, de ahí, surgen muchas esperanzas con la paz, entonces, más allá de la buena voluntad del gobierno, la pregunta: ¿Se logrará la paz este año? (Hablamos del año 2014) no se logró.
Basta darse una ojeada por lo ocurrido en estos años de gobierno y se vienen una serie de altibajos que hoy nos tienen en profunda crisis de credibilidad a las políticas del presidente, tanto que se grita a los cuatro vientos que las necesidades de Colombia no sólo eran de paz, a su turno, la popularidad del presidente baja a porcentajes nunca antes vistos en la historia de Colombia: 13%
Cómo ocurre muchas veces hay acciones y decisiones del gobierno que van en contravía de todo el pueblo, rayan el absurdo y demuestran que al Ejecutivo le importa un carajo lo que piense ese pueblo cansado;  tal vez atrincherado en que son exigencias de la oposición, exigencias que en una democracia sólida y seria se deben tener en cuenta: la venta de Isagen en plena crisis energética fue una de ellas.
Así mismo, al no dar prioridad a la reconciliación por creer que todas las críticas vienen de la oposición, logró el señor presidente dividir aún más, tal vez por su forma de gobernar o por el equipo que lo rodea o por pensar que cualquier  exigencia y crítica es del doctor Uribe y no del pueblo.
Entonces, ganó la reelección con las ganas de paz, pero perdió Colombia.
Dicho todo esto, sin embargo hoy estamos a las puertas de iniciar un nuevo acercamiento con el ELN, un proceso de paz que redundaría en alcanzar por fin la tranquilidad para los colombianos, pero definitivamente el señor presidente no aprende de los errores ni de la historia: Colocar a Nicolás Maduro de garante cuando tenemos la frontera cerrada y tratos inhumanos al pueblo colombiano  hacen que este apoyo por el contrario provoque rabia e impotencia.
Cuando echo un vistazo buscando los logros más importantes en casi seis años de gobierno, me encuentro con grandes escándalos como los de la corte constitucional, corrupción en Reficar, en la justicia, policía, la muerte de soldados, amenazas de las farc, la pérdida de nuestro mar, además, ahora que volvemos a estar a puertas de perder con Nicaragua aún más por físico descuido de un grupo asesor, me lleno de impotencia al ver que no hace los cambios urgentes y pretende mantener a una Canciller que solo ha dado resultados fallidos. Y como solución, ahora pretende rechazar con un tardío "Desacato".
Además, la salud de los colombianos y la muerte de niños por física hambre es aberrante cuando por parte de este gobierno la mermelada a brotado a borbotones y lo cierto es que con mucho esfuerzo no encuentro que señalar como ejemplo de ejecución de este gobierno.
Pretender reformar la justicia evocando equilibrio de poderes pero tener una aplanadora Santista en el Congreso que le permite abusar de la Constitución, remendarla para modificar el umbral del plebiscito y colocarlo a su favor en el sentido de que con cara gana el gobierno y con sello pierde el pueblo, va en contra de esa reforma y para remate elimina la reelección del presidente pero después de hacerse reelegir.
Entonces: ¿Este Gobierno que ha hecho bien?
Deja muy mal parado al señor presidente dar una fecha al mundo para la firma de la paz, involucrar a muchos líderes mundiales, a la ONU,  desconociendo que la Farc es un grupo con mejores asesores y no comen cuento de ningún tipo de presión -ni del Papa, ni de Obama- deja la credibilidad del proceso de Cuba colgando de un hilo.
Todo el año pasado giró en torno al proceso de Cuba, pero pasó y el 2015 que fue el año en que la paz estaba de un cacho tampoco llegó a pesar de tener las cosas a favor el Ejecutivo como mayorías parlamentarias, fiscal general convencido, trabajando por la paz y varios grandes medios de comunicación -escritos y televisión- publicando solo las maravillas de este gobierno.
Todos los colombianos sabíamos que el primer periodo presidencial del doctor Santos fue pésimo, fue un cuatrenio que giró en torno de la farc, sus políticas no arrancaron, ¿Porque lo reelegimos? Sin llorar sobre la leche derramada creo que los colombianos tenemos memoria de chorlito, somos los suramericanos que menos protestamos, los más pacíficos. Pero la mayoría en Congreso de poco puede servir si se tiene la mayoría del pueblo en contra y esto se refleja en la aceptación en las grandes encuestas y el rechazo a sus políticas.
Para concluir, creo que los que votamos en contra del presidente en la  pasada contienda electoral lo hicimos pensando que las cosas podrían cambiar, que la paz no es el único camino, la justicia, el empleo, la equidad es el camino, la paz es el resultado, por eso pensamos que las cosas podrían ser de otro modo. No nos equivocamos.
En cambio, el gobierno igual que desconoce el clamor del pueblo en la venta de Isagen, hoy pretende desconocer las marchas de la gente cansada de sus políticas económicas y de paz cuando cree que solo marcha la oposición uribista.
Otro error del señor presidente y de su grupo asesor.
@Lhernanta




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