miércoles, 13 de abril de 2016

Los jóvenes sin empleo

Encontrar empleo siempre ha sido un dolor de cabeza para los jóvenes en Colombia. Primero, porque el empleador siempre quiere y pide experiencia laboral y segundo, no se atreven a darles empleo cuando no tienen la libreta militar.
No se atreven a pesar que desde el gobierno, la Corte Constitucional y el mismo Congreso les recuerden, digan, anuncien y sentencien que no se debe exigir ese documento para emplearlos.
Cabe acá la pregunta: ¿Porqué  los empleadores siguen exigiendo la libreta militar? 
El mismo ministerio de trabajo sale cada rato a recordar que no se puede exigir para dar empleo a los jóvenes en el sector público ni privado. Además, por lo general cada que llega un nuevo presidente de la República presenta su nuevo proyecto de ley al Congreso para que los jóvenes consigan empleo.
Luego del desgaste de la nueva ley y analizando las estadísticas se concluye que los jóvenes siguen sin conseguir empleo, se ven deambulando por las calles y muchas veces engrosando las bandas de  delincuencia.
A la par se va apretando y volviendo más rigurosa la ley de infancia y adolescencia que hoy está ad portas de enviarlos a la cárcel cuando delinquen sin haber conseguido su primer empleo.
No sobra recordar que muchos se lanzan a exponer su vida, van al ejército a ser carne de cañón en los enfrentamientos con la guerrilla, a su vez, muchos nunca salen, terminan de pagar el servicio militar obligatorio  (obligatorio para los jóvenes de papás pobres; los papás ricos no envían a sus nenes al ejército. "Cómo se le ocurre") y se quedan como soldados profesionales, -no porque este sea una verraquera de trabajo bien remunerado-  lo hacen porque en el ejército no aprenden nada más que a disparar un fusil. además, afuera en la civil no hay empleo así ya tengan libreta porque les falta la experiencia. Es muy difícil que los industriales y empleadores les den empleo, a no ser que sea de vigilante, les dan una linterna, un paraguas y una escopeta, pasan a ser celadores de la empresa: Wachiman, como decía Heriberto de la Calle, el personaje de Jaime Garzón. Sin olvidar que los contratan para horarios extenuantes pagándoles el salario mínimo.
Sobre la libreta militar el artículo 36 de la ley 48 de1993 dice: "Los colombianos hasta los 50 años de edad, están obligados a definir su situación militar. No obstante, las entidades públicas o privadas no podrán exigir a los particulares la presentación de la libreta militar correspondiéndoles a éstas la verificación del cumplimiento de esta obligación en coordinación con la autoridad militar competente únicamente para los siguientes efectos:
Celebrar contratos con cualquier entidad pública; Ingresar a la carrera administrativa; Tomar posesión de cargos públicos, y obtener grado profesional en cualquier centro docente de educación superior."
Entonces,  por enésima vez el concepto del ministerio de trabajo aclara que ningún empleador puede exigir la presentación de la libreta para dar empleo a un joven colombiano.
El gobierno del doctor Santos a todo le coloca un nombre relacionado con la paz, a los jóvenes los llamó: "La generación de la paz" e inmediatamente propone proyecto de ley para crear empleo a los jóvenes; La libreta militar la podrán tramitar mientras trabajan, además reducir de 28 a 24 años la edad máxima para prestar el servicio militar, esto quiere decir que después de 24 años ya no tendrá que ir al ejército.
Según datos oficiales hay 580 mil jóvenes entre 18 y 28 años que no tienen definida su situación militar, por lo tanto están sin empleo, en la informalidad o a punta de entrar a las bandas delincuenciales.
Y como están las cosas con la Farc, que cuando logran avanzar tres pasos en el proceso de Cuba, al otro día retroceden cinco, es mejor esperar que la dicha que nos está siendo negada se haga realidad. En otras palabras: A todas las mejoras amarradas al proceso de paz es mejor darle un compás de espera hasta que el postconflicto pase de la teoría a la práctica.
Así las cosas, hay una serie de reformas para no multar a esas empresas que vinculen a mayores de edad que no tengan aún la libreta militar. Otras para que ninguna empresa la exija para vincular laboralmente a personas mayores de edad que no hayan definido su situación militar. Además, propuestas para los jóvenes que van a ingresar a la universidad ayudarlos a resolver la situación militar para que empiecen a estudiar lo más pronto posible.
Este gobierno y ningún otro ha podido dar en el clavo del porque después de tantos anuncios, decretos, leyes, sentencias, pronunciamientos y reformas,  los jóvenes sigan sin encontrar empleo, los empresarios no los empleen. 
Como es sabido el ejército de Colombia hace cada rato las famosas batidas, (a propósito, por encima de varias sentencias de la Corte Constitucional que las ha prohibido) estaciona un camión en zona estratégica, le echa jóvenes como borregos y se los lleva para el batallón, en menos de lo que canta un gallo les hace corte de cabello bien varonil  y listos para pagar el servicio militar obligatorio.
He aquí el problema de los jóvenes con los empleadores: El artículo 51 del Código sustantivo del trabajo nos habla de la suspensión del contrato de trabajo, su numeral 5 dice: "El contrato de trabajo se suspende por ser llamado el trabajador a prestar el servicio militar. En este caso el empleador está obligado a conservar el puesto del trabajador hasta por treinta días después de terminado el servicio. Dentro de este término el trabajador puede incorporarse a sus tareas, cuando lo considere conveniente, y el empleador está obligado a admitirlo tan pronto como este gestione su reincorporación"
Dentro de los efectos de la suspensión del contrato de trabajo según el Artículo 53 del mismo código encontramos que se interrumpe la obligación del empleador de pagar salario al trabajador durante su ausencia pero durante la suspensión corren a cargo del empleador las que corresponden por muerte o enfermedad del trabajador.
El empleo juvenil es un gran reto para todos los gobiernos de turno, pero se ha estado atacando el problema por donde no es, se debería empezar primero, con reformar el código sustantivo de trabajo, subrogar o derogar los artículos 51 y 53, segundo, no permitir las batidas del ejército nacional y tercero, terminar de una vez por todas con el servicio militar obligatorio. Si no hacemos esto, es muy difícil que los empresarios corran estos riesgos, además esta sería la respuesta a la pregunta que surgió al comienzo.
Para concluir, no se puede olvidar que el presidente Juan Manuel Santos prometió en campaña acabar con el servicio militar obligatorio y con eliminar la libreta como requisito para el trabajo. Tal vez por esto obtuvo muchos votos de los jóvenes colombianos, por lo tanto, debería cumplirles.

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