En medio del jolgorio, francachela, comelona y carnaval los niños en la Guajira siguen muriendo de física hambre:
Los derechos de los niños deben ser especialmente protegidos, así lo enuncia nuestra Constitución Política. Una buena parte de los organismos internacionales impulsan planes para garantizar estos derechos. Se habla de la vida, de la adecuada alimentación, de la salud, de la integridad física, de la seguridad social, del cuidado y el amor; de su derecho a tener una familia y a no ser separado de ella. De que los niños sean protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o mental, venta, explotación o abuso sexual. La familia, la sociedad y el Estado están obligados a asistirlos en sus primeros años. A garantizar que, al menos, no mueran de hambre como ocurre en La Guajira, porque es aterrador pensar que los niños no tienen qué comer mientras que nosotros, los mayores, no hacemos lo suficiente para solucionar esta problemática. Los guajiros estamos en boca de todo el país, dando una imagen de insensibles que no se conmueven ante la muerte de nuestros niños y por la forma mediática en la que se están asumiendo estas muertes: son noticia un día, quizá no al siguiente. Es necesario luchar en forma decidida para que no muera un niño más en La Guajira por física hambre. Hay que instar a todas las instituciones departamentales, municipales, nacionales; privadas y públicas, a la iglesia católica, a toda la sociedad, para que busquemos soluciones, pues esto puede resolverse si hay voluntad política y si se combate la corrupción que se interpone en estos procesos. Ojalá en este territorio no se hiciera una parranda más, ni un festival, ni un carnaval más, mientras se sigan muriendo los niños de hambre, porque no podemos estar contentos, de parranda en parranda, mientras persista esta dolorosa situación. Debemos activar todos los mecanismos; toda la sociedad tiene que estar volcada a mejorar sus condiciones. Las políticas públicas para niños, niñas y adolescentes debería ser implementada desde Bogotá, con personal de la capital del país, acá en la Guajira los encargados del cuidado de nuestros niños no pueden recibir dinero de los proyectos, se la roban y resultan con carro, casa y beca, (sinvergüenzas).
El sistema de Salud de la Guajira no es el mejor, no está funcionando bien, el Ministerio de Salud tiene que entender que es primordial para que no se mueran los niños, que la salud es un Derecho fundamental, no puede ser vulnerado.
Y por último todos nuestros gobernantes en la Guajira se han especializado en Carnaval, parrandas y fiestas, pareciera que teniendo al pueblo medio borracho les queda más fácil hacer lo que mejor saben hacer.
Parece que los tratados, las declaraciones internacionales y la misma Constitución no llegan a nuestros niños Guajiros; pareciera que el mundo entero protegiera desde el deseo, desde la teoría, y las intenciones no son suficientes para cambiar la realidad.
El sistema de Salud de la Guajira no es el mejor, no está funcionando bien, el Ministerio de Salud tiene que entender que es primordial para que no se mueran los niños, que la salud es un Derecho fundamental, no puede ser vulnerado.
Y por último todos nuestros gobernantes en la Guajira se han especializado en Carnaval, parrandas y fiestas, pareciera que teniendo al pueblo medio borracho les queda más fácil hacer lo que mejor saben hacer.
Parece que los tratados, las declaraciones internacionales y la misma Constitución no llegan a nuestros niños Guajiros; pareciera que el mundo entero protegiera desde el deseo, desde la teoría, y las intenciones no son suficientes para cambiar la realidad.
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