jueves, 21 de enero de 2016

Leer a Adolfo Hitler

Hay muchas razones para comenzar a leer un buen libro, lo cierto es que brindan tranquilidad, entretenimiento, calidad de pensamientos, alivia el estrés, estimula la mente, mejora la memoria y no solo eso, leer puede parecerse a tomarse un buen café con el autor. un buen libro significa disfrutar de otros lugares, viajar a otros mundos, ver la vida con otros ojos, además podemos leer por placer, por adquirir conocimiento, por superación, por información, para conocer la historia, la buena y la pésima, para que lo malo no se repita. Puesto de otro modo, la buena lectura es el alimento del espíritu, es el ejercicio del cerebro, además con ella se adquiere tranquilidad, paz interior. Puedes leer donde quieras, el lugar para leer puede ser cualquier parte, las esperas se hacen más tranquilas, se disfruta todo momento.
En el colegio muchas veces leímos por imposición cuando el profesor nos obligó y nos pedía por tarea los análisis literarios, pero en el tema del hábito de la lectura a nuestros niños lo mejor es el ejemplo, si el padre o madre lee es muy probable que el niño vaya a leer.
La situación en Colombia, aunque no somos lectores asiduos, leemos con devoción los libros de nuestros personajes criollos siniestros que se  hicieron su biografía o hubo quien se las hiciera, pero lo cierto es que por estos nuestros jóvenes podrían leer la historia del país de los últimos 30 años, pero podría servir más para la confusión que para  encontrar la verdad.
John Jairo Velásquez Vásquez, nuestro Popeye criollo publicó su libro: Sobreviviendo a Pablo Escobar, en este que tuvo miles de lectores solo hubo muerte, traición y sangre.
Mi confesión, la historia del accionar de Carlos Castaño, éxito editorial rotundo, además, no podía faltar el libro de Mancuso, menos violento pero igual, historia de los paramilitares en Colombia. De estos libros se puede decir que antes de llegar a las librerías se vendían por montones en los semáforos y esquinas de las grandes ciudades, aun podemos encontrarlos en muchas bibliotecas y librerías del país.
Estos libros presentan el mismo problema que tiene la reciente entrevista del actor norteamericano Sean Penn al narcotraficante mexicano el chapo Guzmán, que por ser editada por el narco perdió todo rigor editorial e histórico, así lo deben tomar nuestros jóvenes al leerlos, sin valor para la historia.
La lista es bastante larga cuando hablamos de libros que narran la historia de Pablo Escobar, de los Rodríguez Orejuela, de los paramilitares, narran una época de Colombia dura y cruda que vivimos y sentimos todos, aun hay heridas abiertas, no han sanado. Lo más preocupante son las dos principales cadenas de televisión presentado historias macabras basadas en estos libros en horarios que hasta nuestros niños tienen acceso a verlas.
Se publicó desde todos los ángulos la dura época de la historia de Colombia en estos libros siniestros ya que las editoriales no los publican basados en el aporte a la humanidad, lo hacen por el furor del momento y la razón es meramente económica. Entonces se envía un mensaje a los jóvenes que ser malo en Colombia tiene sus ventajas, la impunidad o el poco castigo son testigos de esto.
A medida que se imprime la nueva edición para salir al mercado de Mi Lucha de Adolfo Hitler, se vislumbra que va ser uno de los más vendidos del año que comienza, de hecho, la reimpresión y circulación de esta obra que  estuvo prohibida hasta el 31 de diciembre de 2015, consta de dos tomos con más de dos mil páginas, no obstante, se sabe que cuando Hitler lo publicó en el año 1926 fue el más vendido.
Basta darse una ojeada por la historia para enterarnos que quedó huérfano cuando aún era muy joven, viajó a Viena a tratar de seguir estudiando, en esta ciudad pudo observar que los gobernantes locales tenían arraigadas ideas racistas en contra de los judíos. corría el año 1905.
Como se sabe, fue cabo y combatió con el ejército Alemán durante la primera guerra mundial. De igual forma, regresa de la guerra, y se adentra en el partido político de extrema derecha, al poco tiempo funda el partido nacionalista alemán del trabajo, se hace su presidente y muy pronto se ve involucrado en un golpe de Estado, no le da resultado, fracasa, es condenado a pasar 5 años en prisión, es acá donde le queda tiempo de escribir y plasmar todas sus ideas, todo el daño a la humanidad fue fríamente calculada, pensada y planeada por Adolfo Hitler, cuando escribió: Mi Lucha.
Si bien todo apunta a que los pilares de su lucha los edificó desde la creencia de la superioridad de la raza aria -por alguna razón se creía superior al resto de humanos-  no obstante, se ideó los campos de concentración con hornos incluidos, vale la pena recordar, que ordenó el aniquilamiento de los judíos, como lo cuenta la historia, asesinó a 6 millones de ellos, por la misma razón, pretendió invadir a todo Europa para implantar sus ideas de superioridad.
Como suele ocurrir con este tipo de libros en Colombia muy pronto llegará  al país, se tendrá la oportunidad para los que les gusta este tipo de lectura. Después de todo, se debe conocer la historia para no volver a cometer los mismos errores,
Oportunidad de referirnos que a Hitler se podría leer a partir de un buen biógrafo, de un excelente autor, a su vez, no le daré el gusto ni la importancia a su lucha, no lo voy a leer, además, afortunadamente para esta ocasión, los Colombianos solo leemos  promedio 1.5 libros al año, no somos lectores de estos libros ni de ningún otro.
Todo lo anterior muestra que si en el planeta tierra hubo algún día un representante del infierno, fue Adolfo Hitler, el más perverso de todos. Como todo cobarde y sanguinario no fue capaz de afrontar las consecuencias de sus actos, el 30 de abril de 1945, se suicidó de un tiro de revólver.
@lhernanta








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