lunes, 26 de octubre de 2015

Cambiamos para empeorar

Cuando cambiamos la forma como se nombraban a los alcaldes y gobernadores, dimos un gran paso a una democracia más participativa, anteriormente los gobernadores eran nombrados por el Presidente de la República y el gobernador a dedo nombraba a sus alcaldes.
La  elección popular de alcaldes se dio por medio del acto legislativo 01 de 1986 y la elección popular de Gobernadores se dio por medio de la Constitución del 91, por lo tanto se hizo pensando en darle más vigor a nuestra democracia, a si mismo que los dirigentes locales fueran elegidos por el pueblo; sin embargo, nunca nos imaginamos que íbamos a llegar a la situación en la que nos encontramos hoy,  además siempre se pensó que el líder saldría a la plaza pública con sus ideas, su oratoria, su plan de gobierno a convencer los votantes, grandes oradores convenciendo el pueblo que votarán por sus ideas, por su plan de gobierno, con trabajo, con el ejemplo, con equidad; en cambio  pasamos a que el candidato salga con cajas llenas de dinero a repartir plata, no a convencer, sale  comprar la conciencia del elector, a si pues, nunca nos imaginamos que íbamos a llegar a esto, para eso no se hicieron los cambios, por eso todos los colombianos de bien -que nos gusta la democracia, que nos gusta votar- debemos ir pensando muy en serio en la reforma de todo el sistema electoral, ante todo, hay que cambiar en el sistema la forma como se financian las campañas, específicamente,  debemos volver a que nos convenzan con planes de gobierno, con ideas.
Lo preocupante de todo esto es que la costumbre -como fuente del Derecho- hace que un hecho tantas veces repetitivo se vuelva una ley, por lo tanto, no podemos permitir que se vaya arraigando la costumbre de ver a las grandes campañas políticas repartiendo grandes cantidades de dinero y el pueblo esperando que se le pague para salir a votar, en otras palabras, hay que cambiar este sistema  y cuando superemos esta conciencia colectiva, esta nueva costumbre, esta nueva forma de ver la democracia, Colombia va cambiar, hay que volver a que nos convenzan con ideas, y además que el candidato sea pulcro y de excelentes valores, adicionalmente, cambiar la forma como llegan los políticos al poder, porque si llega repartiendo plata a sus electores, lógico, va a llegar a recuperar lo que invirtió, lo que repartió, entonces ¿como lo recupera? robándose la plata de los proyectos, la plata de la inversión social.
Algo igual de preocupante es que por lo general los candidatos a las gobernaciones y alcaldías de las grandes ciudades en Colombia casi siempre son los mismos, se están rotando, se están turnando entre alcaldías y gobernaciones los mismos personajes, esperan cuatro años engrasando su maquinaria y vuelven al ruedo, regresan nuevamente a aspirar ser elegidos, entonces ¿donde están los nuevos líderes? Se podría pensar en la reforma al sistema electoral en ponerles su tatequieto para que los nuevos jóvenes líderes con ideas frescas y sin maquinaria, puedan llegar. Hay que buscar la posibilidad que llegue gente nueva, los jóvenes tienen que aspirar a los cargos públicos, a gobernar, además ¿cuando vamos a cambiar si vamos a tener a los mismos viejos siempre ahí?
Así pues, esa rotación y repetición  entre alcaldías y gobernaciones es el vivo ejemplo de la maquinaria, tienen la paciencia de Job para esperar, para engrasar.
Nuestra democracia es participativa, quiere decir esto que participamos, votamos, elegimos, pero así como los elegimos también tenemos una herramienta que se llama la revocatoria del mandato, es del pueblo, por lo tanto, cuando el líder salga pésimo o cuando pasado cierto tiempo no ha ejecutado su plan de gobierno, le podemos revocar el mandato, quiere esto decir que lo despedimos, lo echamos. También tenemos el control político, podemos vigilar, fiscalizar, exigir que no se roben la plata, además podemos denunciar.
Volviendo al tema de la rotación entre alcaldías y gobernaciones miremos el panorama de estas nuevas elecciones que acaban de pasar: el Gobernador del Atlántico, repite; el Alcalde de Barranquilla, repite; el Gobernador de Antioquia llega después de ser Alcalde; el gobernador de Caldas, repite; el alcalde de Bogotá, repite; el gobernador del Tolima, repite; y pa remate "Calzones" estando preso, gana la alcaldía de Yopal.
Adicionalmente, No podemos olvidarnos del voto en blanco, es nuestra última esperanza para sacar a estos mesías de la contienda, cuando gana se repiten las elecciones y se tienen que cambiar los aspirantes.
En conclusión, los jóvenes no van a llegar al poder así se pasen media vida estudiando, preparándose;  primero, porque las maquinarias están muy engrasadas y segundo porque los grandes mesías nos tienen sus indispensables delfines.

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