Leyendas y tradiciones

Dodona era el oráculo griego –lugar sagrado donde se acudía para consultar a los dioses- más antiguo situado en el noroeste de Grecia. Según Herodoto data del segundo milenio antes de Cristo. Y,  Homero lo describe como un oráculo de Zeus. 

En este sagrado lugar de los griegos existió un inmenso roble que sirvió como oráculo debido a que uno de los sacerdotes interpretó el susurro de las hojas en el viento. Pues oía e interpretaba estos sonidos. 

Lo anterior debido a que desde la antigüedad este árbol se asoció con Zeus, dios del trueno en esta mitología. 

Por otra parte, los germanos lo asociaron con Donar, El dios de la tempestad que ha sido reverenciado en todos los pueblos germánicos, e incluso ha sido considerado entre ellos el más poderoso de los dioses. 

Los escritores romanos lo asimilaron a su dios. Por lo anterior hoy leemos en la mitología romana que obviamente el roble era el árbol de Júpiter. Entre otras, las saturnales eran importantes festividades romanas de siete días de bulliciosas diversiones, banquetes e intercambio de regalos, continuos festejos muy parecidos a un carnaval donde adornaban sus viviendas con ramas de roble, en honor a Saturno dios de la agricultura. 

Asimismo, con ramitas de roble hacían coronas para valientes guerreros como homenaje por su valentía y en el kepis de los generales del ejército romano adoptaron esta corona de roble como símbolo de orden y lealtad. 

La astrología celta, muestra el roble como robusto, valiente y fuerte. Entre ellos, los druidas cosechaban muérdago que rara vez crecía como su primo el roble pero se suponía que recolectaba el alma y los poderes vivos del árbol. En síntesis, el roble era el árbol celta por excelencia. Para ellos, reunía la fuerza y la sabiduría, siendo el árbol real y el punto central de sus ritos. 

En la literatura universal, encontramos primero a Denis Diderot, filósofo francés, representante de la ilustración, escritor, crítico de arte. Junto con Voltaire ejerció mayor influencia sobre el pensamiento social de su época. Fue director de la enciclopedia donde el roble ocupa un lugar importante en este diccionario de ciencias razonadas, artes y oficios, escrito entre 1751 y 1772. 

Los 14 fascinantes cuentos de Quebec del escritor Jean Muzi presentan una realidad diferente: paisajes forestales, parajes cubiertos de nieve, nieblas nocturnas. En estas circunstancias conocemos a unos personajes extraordinarios y seguimos sus aventuras. Un zorro astuto, un rey majestuoso en búsqueda de su sucesor o un roble como su héroe. 

En la Fábula de Jean de La Fontaine: El roble y la caña: “Cuenta la fábula que a orilla de un lago crecieron a la vez un roble y una caña. El tiempo pasó y el roble se hizo grande y fuerte…” 

En la Canción: El gran roble de Georges Brassens: “Era un roble orgulloso, despierto y tranquilo. Como él, no hallaréis ni uno entre mil. Vivía bosque adentro, lejos de los caminos, del leñador y del hacha”. 

Acá en América, dicen los indígenas amazónicos que el Roble en medio de la selva rara vez es afectado por los rayos. El roble presenta más de 400 especies diferentes en todo el mundo que van desde enormes árboles a arbustos. Igualmente, existen tres tipos diferentes de madera que proviene de él: el europeo, el Albar y el americano.  

Dora María Moncada Rasmussen, bióloga de la Universidad del Bosque, lo consignó así en la revista Colombia Forestal (2010), al exponer que “la extracción del mismo, la frontera agrícola y las nuevas demandas de carbón vegetal, restringieron el espacio de los robledales a pequeños fragmentos discontinuos”. 

Andrés Avella, biólogo de la Universidad Nacional, especializado en roble, dice que a principios del siglo XIX y XX fue utilizado en un 80 % como materia prima. “Podían tomar un bosque y explotarlo completamente para construcción de casas, palancas de minas y las traviesas del ferrocarril. Hoy los usos del roble están ligados al diario vivir y necesidades de la población. Hay que entender la posición de las comunidades porque cuando no hay acompañamiento y las condiciones de vida son precarias, echan a mano a lo que tienen para sobrevivir”. 

Para concluir, la madera del roble es quizá la más utilizada en el mundo para la realización de casas, muebles y pisos. Es la más popular entre carpinteros y arquitectos, por eso cuando se tiene en casa una cama, una mesa, un escritorio o una silla y es pesada como de piedra: es de roble, no le entra ni el gorgojo ni el comején. De todas maneras, el roble es considerado el rey de los árboles hasta que el humano se lo permita debido a que en Colombia está en una carrera contra el tiempo y las motosierras.