sábado, 13 de octubre de 2018

Tributación en Colombia de la persona natural

Cuando un columnista se le mide a escribir una sobre economía, reforma tributaria, pensional, o inflación es por lo general un experto tributario debido a las estadísticas, datos, cifras o proyecciones que se manejan. Teniendo en cuenta lo anterior, permitan sin ser un ducho en la materia hacer este escrito desde el corazón, pero con un sentir generalizado del colombiano del común. En ese orden de ideas, entre el 9 de agosto y 19 de octubre de este año el gobierno espera recaudar 2 billones de pesos por la declaración de renta de 2.6 millones de colombianos obligados a hacerlo. Esto en plata blanca es lo que se lleva un corrupto para sus gastos menores. Como ejemplo -según la procuraduría- Reficar: 8.5 Billones se perdieron en la corrupción. Así mismo, según estudio publicado por este ente de control en febrero de 2017 el flagelo de la corrupción le cuesta al país 50 billones de pesos anuales, que equivale a 4 billones de pesos al mes: se roban el doble de lo que se espera recaudar por la declaración de renta de los trabajadores colombianos. Como varias veces lo he expuesto, la Ocde es una organización para la cooperación y el desarrollo Económicos que agrupa a 36 miembros incluida Colombia, su misión es promover políticas que mejoren el bienestar de las personas alrededor del mundo. Algunos tratadistas la ven como el palo en la rueda de los países para tomar decisiones soberanas sobre las políticas que mejor crean para sus economías internas. En resumen, son impuestas. Ahora bien, de los 36 países miembros hay un factor común entre los que más le ingresa dinero por impuestos, los primeros 10 países están en Europa: Bélgica, Alemania, Hungría, Francia, Italia, Austria, Finlandia, Republica Checa, Suecia. En estos los impuestos se pagan sin reparos y su gente siente que son un factor de progreso cuando se utilizan eficientemente. Para estos países esta tributación es directamente proporcional a la calidad de vida. En América Latina encontramos -según la Ocde- efecto contrario debido a que la tributación de los trabajadores o personas naturales es inversamente proporcional al progreso y calidad de vida. Los que mas tributan a este lado de Atlántico son: Cuba, Venezuela, Colombia, Chile, Argentina y Brasil. Chile como excepción a la regla generalizada de corrupción latina es un país que a pesar de su alta carga tributaria la asignan de la mejor manera sin este flagelo. Es del continente el menos corrupto y más fuerte económicamente. Como puede verse, en la tierra de Colon, en sentido contrario no nos gusta tributar, Colombia en los últimos 20 años ha realizado 13 reformas tributarias. Pareciera que tenemos un barril sin fondo al que no podemos llenar. Este desgano tributario entre los colombianos a diferencia del europeo, estadounidense o chileno tiene una razón lógica: no queremos tributar o le decimos al Contador que nos ponga a pagar poquito o cero, pero nunca el valor que debe ser. No tenemos las disposiciones ni la aptitud y cada que hay una reforma tributaria vemos a las personas en las calles protestando. El sentido y alcance de estas protestas le envía un mensaje al Estado de los colombianos que tributamos que esperamos nos devuelva a través de calidad de vida beneficios colectivos que redunden en toda la sociedad. En este orden de ideas cuando vemos que los niños mueren de hambre en la Guajira, falta de acueductos en la mayoría de los pueblos en la Costa Caribe incluso Santa Marta, los eternos arroyos en Barranquilla, la deficiencia en la salud, en seguridad, los jóvenes que no pueden estudiar y sin oportunidades ni trabajo, nos preguntamos: ¿Qué está pasando con la plata de la educación, salud, seguridad? ¿Qué pasa con la plata del presupuesto nacional? ¿Qué pasa con la plata de la reforma tributaria? Por último, el Estado Colombiano con sus reformas tributarias casi anuales tiene que apuntar a que un país próspero se caracteriza por tener un sistema tributario equitativo, progresivo y eficiente, que no vulnere el principio de equidad establecido en la Constitución Política. No hay que ser un experto para concluir que Colombia no cumple con estos requisitos que son ordenes constitucionales y que tiene que hacer reformas tributarias para tapar el hueco sin fondo que nos dejan los políticos corruptos. Quieren que tributemos con ganas: ¡¡no se la roben!! Para concluir, el Estado debe fortalecer los entes de control en vez de pensar en cerrarlos.

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