miércoles, 8 de marzo de 2017

Juegos Bolivarianos: Campanazo para que la historia no se repita

En los pasados juegos nacionales en la ciudad de Ibagué afirmó la administración municipal hasta último momento que todo iba bien, los juegos se harían porque el cronograma del proyecto se estaba cumpliendo. En Santa Marta después de tres años y medio -el 15 de noviembre del 2013- que la Organización Deportiva Bolivariana reunida en Trujillo, Perú, la escogió como sede de los XVIII Juegos Deportivos Bolivarianos, se dejaron pasar los años 2014 y 2015 sin trabajos de fondo en las obras, hoy no hay el primer escenario terminado y estamos corriendo pensado en pre-fabricados. A estas alturas del proyecto –que el presidente Santos lo anunció con bombos y platillos- los más interesados en que se hagan los juegos bolivarianos son los Samarios y los habitantes del Departamento del Magdalena. Por eso está claro que los escenarios que se están construyendo e interviniendo deben estar listos el primero de noviembre de este año. Es decir, diez días antes de su inauguración. Claro está que del 11 al 25 de noviembre de 2017, atletas de 12 países competirán en 36 disciplinas. Pero también está que el tiempo empieza a correr en contra del señor alcalde y su comité organizador y se crean serias dudas sobre si será posible cumplir con todo el cronograma debido a que hay atrasos en varios frentes de trabajo y compromisos de los contratistas. Como lo ha indicado el alcalde, todos los lunes se reúne con el comité de obras y sus contratistas que le pasan parte de tranquilidad. Pero una cosa es recibir un excelente informe –como pasó en Ibagué- y otra muy diferente es la realidad del proyecto. Aunque lo más importarte cuando el gobierno central le da a la provincia la organización de unas justas como estas va ligado al sueño de los deportistas de tener nuevos escenarios, va a servir al gremio turístico para mostrar la ciudad al mundo, traer turistas ahora que le apostamos a este sector de la economía como fuente de ingresos. Por eso hay que anotar que hay que agilizar también las vías dentro de la ciudad que aun hoy están en mal estado y se debe mejorar en seguridad. En cuestión de grandes proyectos podríamos afirmar que están constituidos por micro proyectos que deben estar debidamente engranados. En estos intervienen varias disciplinas: la hidráulica, civil, agronómica. Todas confluyen para lograr un resultado final. La hidráulica es la primera al diseñar bajantes y todo lo que sea hidráulico. La civil al fundir los rieles o las columnas para las resistencias de las características de la construcción. Todo esto demuestra una estructura desagregada de trabajo que consiste en que a cada actividad se le va asignando un recurso en material, mano de obra y en tiempo. No podrá haber ruedas sueltas ya que se tendrán que enlazar con todas las actividades a desarrollar hasta llegar a la actividad final. Paralelamente se van constituyendo otras actividades que se van empalmando entre sí. Todo este camino del proyecto se conoce como: ruta crítica. La cual determina el estado y los tiempos del proyecto. Surgen con ella las actividades más importantes que dependen que una termine para iniciar la otra. Hay tiempos que se deben respetar en cada actividad. Hay que anotar que cada micro proyecto tiene también una ruta critica muy diferente. Para poder empezar con los cimientos del estadio se debe tener la ruta crítica hidráulica del primer nivel. Además se encontraran con demoras naturales como son las inspecciones o los controles de calidad. Se debe enviar a laboratorio las muestras del concreto para determinar la capacidad de resistencia del material para el peso que se determinó. Es una irresponsabilidad empezar a fundir las columnas si no se tiene las características de las resistencias garantizadas. Estos protocolos no se deben violar. No se debe tener en cuenta solo la garantía que da el proveedor del cemento. La ruta critica del macro proyecto de los juegos bolivarianos nadie ha visto y nadie conoce, las muestras no están parametrizadas. No las han mostrado a la comunidad. Entonces se corre el riesgo de no solo no terminar la obra sino que por el afán político de terminarlas poner en riesgo las personas que van a asistir al estadio. Por otro lado en la estructura desagregada de trabajo que proviene de la ingeniería básica de detalle encontramos que el que diseña es el arquitecto mientras el que determina realmente las cargas que pueden soportar las columnas es el ingeniero estructural que dirá si es funcional o no. Estos estudios estructurales arrojan la ingeniería básica de detalle que necesita el proyecto y de ahí un juicio de expertos determinará la ruta crítica. Un político no está capacitado para determinar una ruta crítica. Hay dos estadísticas importantes que se deben tener en cuenta a la hora de comprometerse con la ejecución de un megaproyecto, la primera es que el cien por ciento de las obras civiles en Colombia no se entrega a tiempo. En ese sentido es sabido por todos que en el país se necesita tres y hasta cuatro veces más del tiempo normal para hacer una obra. Los políticos para poder robarse la plata de los contratos lo hacen solicitando adiciones. En Santa Marta el último ejemplo más claro fue la construcción y entrega del puente "la Lucha" que pudo hacerse en un año y duró seis. La segunda, es preferible conociendo las condiciones climáticas del país empezar las obras en verano antes que se meta la época de lluvias –mayo, junio, septiembre- si esto no se prevé al llegar los aguaceros en un proyecto a cielo abierto toda la obra se debe parar. Por todo lo anterior, podríamos afirmar que el problema no es de corrupción, el gran inconveniente es el tiempo que corre implacable en contra de la terminación de los escenarios y por supuesto la realización de los juegos. Es cierto que se ve el empuje y ganas del comité organizador, sin embargo la realidad muestra que se está al límite. Además, Se está trabajando el proyecto obedeciendo la metodología del libre albedrio, prácticamente sin obedecer a ninguna. Si lo hicieran –bajo la P M Book, por ejemplo- se darían cuenta que no van a cumplir. Entonces, Las disciplinas que se iban a desarrollar en el estadio de Bureche incluido el futbol –sin desconocer que mueve las masas- deben ser desde ya reubicadas hacia Barranquilla. Ojalá no se la dejen llevar para el interior del país. Para concluir, al final, no se pudo realizar los juegos en Ibagué, no hubo un solo escenarios nuevo. Fueron reubicados porque la plata se la robaron. Hasta hoy, por fin, están judicializando a estos corruptos y enviándolos a la cárcel.

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