lunes, 28 de marzo de 2016

Juntas de acción comunal

Siempre que pensemos en zonas apartadas del territorio nacional o en el desarrollo estructural del país, debemos pensar en las juntas de acción comunal. No hay otra organización que haya aportado más al desarrollo de Colombia.
En materia de avances, las juntas de acción comunal en Colombia tienen todos los componentes de la participación democrática, con la diferencia que los jóvenes mayores de 14 años pueden participar, hacer parte de los comité de trabajo y hasta votar en las elecciones de sus dignatarios.
Ante esta circunstancia, se podría afirmar que nuestro país le debe mucho a estas organizaciones. Ahora bien, hombres, mujeres, adolescentes que han cooperado para sacar adelante su sector, barrio, vereda y en muchas ocasiones, lugares apartados donde la presencia del Estado ha sido esporádica o escasa.
Así las cosas, presenta pues muchos aspectos de una pequeña democracia y su participación inicia con la  inscripción del participante, que consiste en firmar del libro de afiliados, acá adquiere una serie de compromisos, deberes y  responsabilidades, pero a la vez, beneficios. Lo importante es que al  firmar inicia su participación, cumpliendo dos aspectos importantes: que viva en el sector o que por cuestión laboral vaya todos los días.
Oportunidad de referirnos a que el  proceso de participación inicia con una asamblea general de afiliados donde se aprueba la elección de dignatarios, se coloca el libro a disposición para afiliación de nuevos integrantes para que adquirían el derecho al voto, a elegir y ser elegido. Se organizan mesas y urnas, se convocan y eligen los jurados de votación y se procede a votar, a elegir sus dignatarios. Son elecciones programadas para cada cuatro años.
Es fundamental entender que la JAC es una expresión social organizada autónoma y solidaria de la sociedad civil, las institucionalizó el señor presidente Alberto Lleras Camargo, mediante la ley 19 de 1958 quien fue un convencido visionario de la labor de esta organización al desarrollo del país.
Durante  gobierno del doctor Pastrana  en el mes de junio se aprobó la ley  743 de 2002 y en agosto de 2003  siendo presidente el doctor Uribe, se aprobó el  Decreto 2350 de 2003 donde se fortalece las Juntas de Acción Comunal y se reglamenta la ley.
Puesto de otro modo, fueron muchos los esfuerzos de estos últimos gobiernos para devolverle la importancia a las JAC en el territorio nacional. El presidente Uribe, de la mano de sus gobernadores y desde el ministerio del interior se implementó la capacitación de sus líderes en programas como "formador de formadores" y se le dio mucha importancia a la asociación Comunal en veredas, corregimientos, barrios, urbanizaciones.
A su vez, se reconoció como forjadora de un país mejor, como constructora de escuelas, carreteras, parques, alcantarillados, acueductos, puentes, bibliotecas y muchas otras obras, solo con el sudor y recursos de su gente y en muchos lugares donde el Estado brilla por su ausencia aún hoy siguen operando
Pero paradójicamente hoy no sabemos cuantas son. Al año 2000 existían cincuenta mil juntas de acción comunal en el todo el territorio nacional según el ministerio del interior. Desde entonces no se ha hecho otro censo, pero informan -desde el ministerio- que la acción comunal ha ido creciendo. De todas maneras es un movimiento prácticamente único en Latinoamérica, propio de los colombianos. Además son el inicio de concejales, alcaldes y congresistas.

No obstante sus labores son muchas, presentan una serie de comités de trabajo, pero además tienen uno de resolución de conflictos, además cuando se hacen labores de rocería en la vereda o tapar los huecos de la vía del barrio, todos participan, las mujeres hacen el sancocho, alguien se aparece con música y termina la satisfacción con una integración de todos los habitantes del sector. Sin contar que en navidad hacen tremendas fiestas y dan detalles a los niños hijos de los afiliados.
Como ocurre muchas veces, cuando la JAC logra un contrato con la alcaldía, gobernación o presenta un proyecto y se lo aprueban, al ejecutarlo, tendrá presencia de interventores, esto le da transparencia. Al terminarlo y luego de pagar todas las obligaciones adquiridas en la ejecución, los dineros sobrantes podrán ser invertidos en la vereda o barrio. Podrá tener activos, organizar sus calles, mejorar la caseta comunal, ampliar la biblioteca, comprar computadores, en fin muchas cosas que redunden en el beneficio de sus afiliados.
Para concluir, es agradable y satisfactorio pertenecer a la junta de acción comunal, se conocen los vecinos, se resuelven conflictos, se trabaja unidos  para sacar adelante el país, se participa en la toma de importantes decisiones y con el ejemplo se inculca valores democráticos a nuestros jóvenes y niños. Esta es en mi opinión la verdadera paz.

Pregunta en tu sector por la junta de acción comunal, participa, ayuda a Colombia a progresar, al final es muy grata la satisfacción.

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