Siempre pensé que la corrupción en la justicia ya no podía avanzar más, no podría caer más bajo porque ya había tocado fondo, nuestros jueces son la garantía de nuestros derechos, de nuestra libertad y de la convivencia, una justicia en ninguna parte del mundo se puede dar el lujo de tener jueces corruptos, muchas veces hemos quedado perplejos por decisiones de los jueces en Colombia, ahora nos toca analizar si muchas de estas decisiones no fueron tomadas bajo el efecto de la corrupción, debe quedar muy claro que ningún juez puede tomar decisiones bajo el efecto de esta , hay decisiones que no pueden ir en contra de nuestras costumbres, en contra de nuestros principios.
Detrás de cada juez corrupto hay mínimo un abogado corrupto, al juez habría que proponerle y el dispone, entonces no trabaja solo, es un equipo que bajo el efecto de la corrupción quiere comprar decisiones o manipular nuestra justicia.
Al reciente y caliente caso de corrupción en la corte constitucional se suma ahora el del juez Abelardo Andrade Meriño que pretendía la libertad del ex gobernador de la Guajira señor Gómez, caso que prende las alarmas en Colombia debido a lo polémico de esta decisión.
En Colombia tenemos un sistema penal acusatorio corrupto, esto ocurre porque las reformas llegan muy tarde o no llegan, se sienten muchos abogados y jueces muy cómodos en una justicia débil que les permite ser corruptos y salir airosos en caso que tengan problemas porque la misma justicia se los permite
Es muy preocupante y nos tiene que poner a pensar y exigir al gobierno las reformas de fondo para que se pueda superar este problema y llegar a tener una justicia seria, garante de derechos, de convivencia.
En el caso Colmenares que despertó solidaridad de muchos colombianos nos dio alarmas de que algo ya estaba pasando en nuestra justicia, me pregunto si este caso no merece que sea otra vez analizado y revisado por jueces garantes y que al menos nos quede la conciencia tranquila que no fueron decisiones tomadas bajo el efecto de la corrupción.
Cuantos Pretel y Andrade hay en nuestros juzgados, en los tribunales, cuantas decisiones se pueden estar tomando en casos que toca a gente del común, los de a pie, casos que no son de renombre pero igual perjudican y se toman bajo el efecto de la corrupción.
Hay cosas mucho más importantes que el proceso de cuba, este es uno de esos que merece toda la atención del gobierno porque cuando la justicia entró en paro y duró tanto tiempo era un campanazo de que algo ya estaba muy mal en ella.
Somos los colombianos de muy poca memoria, en 8 días será caso olvidado y nos acordaremos cuando salga otro caso más aberrante que nuevamente estaremos dispuestos al olvidar pero no podemos pretender olvidar que un país sin justicia no puede ser y que bajo los efectos de la corrupción no podrá ser justa
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